¿Esperas demasiado de tu perro?
Este artículo está escrito por Rebecca Hanlon de Speak Dog
Si sentaras a un niño en el medio de un parque de juegos para ver a todos sus amigos jugar y no les permites unirse, ¿lo castigarías por frustrarse y molestarse por no poder participar? ¿Te sorprendería su comportamiento? Les hacemos esto a nuestros perros con mucha frecuencia. Haz que se acerquen lo suficiente a un amigo o un posible nuevo compañero de juegos y luego enfócate que se conviertan en un derviche giratorio y se lo lleven a rastras, regañándoles y jugando bien.
¿Te imaginas estar con las riendas cada vez que intentas saludar a alguien? Sentirse restringido e incapaz de expresarnos de forma normal. Es fácil olvidar que constantemente ponemos a nuestros perros en situaciones muy poco naturales para su especie y nos preguntamos por qué les resulta difícil hacer frente. Si se los dejara a su suerte, nuestros perros deambularían, buscarían, olfatearían, descubrirían. Sus saludos serían más tranquilos debido a la libertad que tendrían.
Pero nuestros perros suelen pasar muchas horas en nuestros hogares, algunos incluso en jaulas. No tienen la libertad que nosotros tenemos, así que cuando salen todo puede volverse muy emocionante, abrumador y para algunos atemorizantes. Distanciarse de esas cosas emocionantes, permitirles explorar y procesar puede ayudarlos a tomar decisiones más tranquilas. Dándoles tiempo para participar en su entorno sin abrumarlos.
Nuestras expectativas son sorprendentemente altas cuando se trata de nuestros perros. A menudo esperamos más de ellos que de nosotros mismos o de nuestros hijos. Constantemente me asombran cómo se enfrentan a las restricciones que les imponemos. Prepárelos para el éxito. No solo los apoya mejor, sino que también reduce nuestra frustración y estrés. El tiempo social con otros perros debe ser divertido para todos los involucrados, desde nuestros bulliciosos adolescentes hasta nuestras almas más sensibles.