Rehabilitando a Aina
Muchos gatos llegan a APROP con historias desconocidas y Aina fue una de ellas. La dejaron en la perrera exterior con varios otros gatos jóvenes de diferentes edades. Estaba muy nerviosa y retraída y se escondía cuando había humanos cerca. No sabemos si previamente fue socializada y luego descuidada o abandonada o si tal vez tuvo una mala experiencia o fue abusada, lo que la hizo retraída y asustada de la gente. Esto, sumado a que la colocaron en un entorno desconocido, hace que sea muy difícil para nosotros hacer una primera evaluación precisa.
Incluso después de algunas semanas de estar en APROP, Aina todavía estaba muy nerviosa y desconfiaba de la gente. Nuestro desafío era determinar si Aina podría volverse lo suficientemente mansa como para ser adoptable o si sería más feliz en nuestra colonia externa.
No existe un enfoque único para alentar a un gato a desarrollar un nivel de confianza en los humanos y a disfrutar interactuando con nosotros, siendo acariciado y jugando con nosotros. Es cuestión de pasar tiempo con paciencia con el gato y poco a poco ir aprendiendo qué tolerará o disfrutará. Con muchos gatos/gatitos usamos el juego primero y usamos una varita de juguete para superar esa barrera del tacto inicial. Para otros gatos/gatitos, las golosinas son el camino a seguir. Las golosinas líquidas son una buena herramienta. Si un gato está dispuesto a lamer una golosina líquida de tus dedos, comienza a generar un nivel de confianza y una relación. Esto es especialmente cierto si no “comen y corren”, sino que pasan tiempo oliendo sus dedos para ver si se ha acabado toda la golosina.
Después de un rato pudimos tocar las glándulas odoríferas de Aina en sus mejillas y ella pareció cerrar los ojos disfrutando. Eso nos dio la confianza para continuar. Luego usamos el juego para crear una experiencia agradable para ella y ella comenzó a usar su voz para gorjear o comunicarse con nosotros. Es interesante observar que los gatos no suelen comunicarse vocalmente con otros gatos. Por lo general, reservan sus vocalizaciones para los humanos.
Han sido necesarias varias semanas pero Aina ha avanzado mucho. Le encanta jugar, le gusta que le hablen y responda. Ella sabe su nombre, especialmente si usas una voz de “cantar canción” para decirlo. Ahora está lista para mudarse a un entorno hogareño con alguien que pueda proporcionarle un entorno seguro y acogedor para completar su transición a una querida mascota familiar.
Transformaciones como estas sólo pueden ocurrir si contamos con voluntarios dispuestos a dedicar parte de su tiempo a rehabilitar gatos y gatitos como Aina. Su calidad de vida futura será mucho mejor si podemos ayudar a gatos como ella a ser adoptables en lugar de vivir afuera como gatos callejeros, incluso en un ambiente protegido como APROP.
Si quieres saber más sobre cómo puedes ayudar a gatos como Aina, ponte en contacto con nosotros.