Historias de reubicación de perros

la historia de nala

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Esta es la conmovedora historia de Nala, escrita a continuación por sus padres adoptivos (prepara un pañuelo si no tienes uno a mano ;o) )

El día que la encontraron

“Esta es la historia de Nala, quien fue encontrada en una zanja por un granjero el 7 de enero y la trajo a APROP llorando, pues su estado era tremendo: muerta de hambre, completamente ciega, con Leishmania avanzada y muy, muy enferma. Esa misma noche la acogimos y durante la primera semana durmió 23 horas y media por día, comió todas sus comidas en la cama de su perro y se le empezó a administrar medicación. 

La mimamos con atún, salmón, pollo, pato (decíamos en broma que si hablamos de comida, Nala pide el menú) y a la semana había engordado 100 gramos por lo que Adriana, la veterinaria, decidió empezar con inyecciones diarias durante 30 días (glucantime). Lento pero seguro subió más de peso y después de esos 30 días se volvió más activa, la llevábamos a caminar a un parque cercano ya la playa y se puso feliz. También empezamos a ver a Nena, oftalmóloga, quien le recetó varios tipos de gotas para los ojos y de ceguera total Nala empezó a ver, no claramente pero cada semana su vista mejoraba un poco.

Ahora, después de más de 7 semanas, ganó más de 2 kilos, le encanta la atención, jugar, abrazar, tomar el sol y correr en la playa. Todavía necesita visitas periódicas a Adriana para controlar su leishmania y a Nena por tratar de mejorar aún más su vista, además, como está tan concentrada en nosotros, ahora necesita socializar con otros perros y humanos, pero ahora es una perra muy feliz, a veces traviesa. pero nos hace reír mucho (una noche que estábamos viendo un programa de entrevistas holandés, Nala también estaba mirando y cuando el primer ministro holandés comenzó a hablar, Nala gruñó, nos partimos de risa), así que decidimos adoptarla permanentemente. 

Muchas gracias a Adriana, Nena y, por supuesto, APROP por su continuo apoyo, pero especialmente queremos agradecer, desde el fondo de nuestros corazones, a las personas que donaron para la recuperación de Nala, sin ellos Nala no lo habría logrado”.

Anneke y Christian

Hoy, 28 de febrero, ¡qué transformación!

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Ruth Martin

Soy voluntario en APROP desde abril de 2018. Normalmente me encontrarás allí los martes por la mañana, ayudando a cuidar, limpiar y alimentar a los perros. En 2019 adopté a Barney, un Podenco de APROP. De hecho, me han gustado los Podencos y algunos me llaman Pod-Mother. También formo parte del equipo de adopciones, el equipo de recaudación de fondos y también ayudo en la crianza de perros. Ayudar a los animales me trae mucha alegría y felicidad a mi vida.

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